Cuando compre la yoli, estaba muy descuidada y había muchas partes que realmente eran inservibles, sin embargo era un gran reto y una gran posibilidad por restaurar. Había estado buscando por un tiempo algo asi, sin embargo en México como en muchos otras partes del mundo, no es fácil encontrar buenas oportunidades de combis para restaurar, las que son pagables están muy muy maltratadas y las que se encuentran en buen estado son mucho más difíciles de adquirir.
Originalmente, la yoli, era color beige asi que una de las cosa que decidí cambiar radicalmente fue el color, quería que fuera un auto con mucha personalidad y para esto, el color naranja (que es una de mis favoritos) le quedó como anillo al dedo.
Hasta el día de hoy, le he cambiado la pintura interior y exterior, las defensas (parachoques), la tapicería del techo, paredes y de los asientos, la alfombra del piso, las llantas, algunas ventanas, el motor y viarias piezas del sistema eléctrico y mecánico... siempre le van a faltar cosas por mejorar y cambiar, sin duda esto es parte de su encanto.
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